Se veía venir que éste no era un fin de semana normal. Había algo distinto, un ambientillo especial... Claro! Es carnaval! Todos a disfrazarse:
- Yo me disfracé de antisocial y decidí que en casa se estaba muy bien... Máxime cuando la alternativa se encuentra a más de 400 km de distancia. Mucha paliza para día y pico. Ya me contarán los colegas qué tal por el norte.
- El Barça se disfrazó de equipo modesto y por un día sintió en sus carnes lo que sienten la mayoría de sus rivales cuando van al Camp Nou. Hacía mucho tiempo que una cena no me sentaba tan bien.
- El Madrid se disfrazó de Barça y ahora todos los periódicos que claudicaban en favor del nuevo rey se cambian la chaqueta y creen en los milagros. No es para menos:
2004: El Real Madrid de Queiroz arrasa allá por donde va. Nos plantamos en febrero con 8 puntos de distancia sobre el 2º, finalistas de la Copa y en octavos de Champiñons contra un chollo, un equipo francés. El Barça sufriendo y como mucho ganando 0-1. De repente, un empate en Santander, una lesión (Ronaldo), yo qué sé... pero todo se viene abajo como un castillo de naipes (¿os suena?). Resultado: el Madrid desfondado, perdiendo hasta a las chapas, no gana nada.
2007: El Barça juega muy bien. Este Ronaldinho es un maldito genio. Juega como los ángeles. Sin dudar es el mejor del planeta. Rijkaard es un entrenador como la copa de un pino. Campeones de invierno sin despeinarse. Pero los turrones tienen algo de psicotrópico, tanto aquí como en Barcelona. Tanto es así que el Barça regala la ventaja que tenía y el Madrid de Capello, a base de no se sabe muy bien qué, gana la Liga contra pronóstico después de que el Espanyol le levantase dos puntos al Barça en el Camp Nou (esto también me suena). En periódicos como el As nace la Cofradía del Clavo Ardiendo. Y la llevan rentabilizando desde entonces. No parece de extrañar.
2009: El Barça juega muy bien. Este Messi es un maldito genio. Juega como los ángeles. Sin dudar es el mejor del planeta. Guardiola es un entrenador como la copa de un pino. Campeones de invierno sin despeinarse. De repente, un empate en Sevilla, una lesión (Iniesta), el Espanyol haciéndole una gracia al vecino... ¡La Cofradía del Clavo Ardiendo vuelve a salir en procesión! Y señores... ¡me voy con ellos!
Porque si algo me ha enseñado la vida es eso precisamente: hay que tener fe hasta el minuto 95 de partido. Porque nunca se sabe. La vida da muchas vueltas; es muy rara. Y rendirse sin luchar sólo te lleva a un camino: la derrota; rendirse no aporta nada. Pero si lo das todo, si apelas a la épica, si luchas hasta el final, al menos tendrás una opción. Aprovéchala.
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1 comentario:
¡Pobre Queiroz! Al final lo enterraron junto a Leticia Sabater, ¿no?
Y basta ya de chorradas, ahora quiero decir algo profundo. No sé, joder, qué difícil...esto...¿será la falta de costumbre?...hum...a ver...¡Ya está! A ver si queda clarico.
Creer que por el simple de esforzarse mucho tendrás una opción de que las cosas acaben bien es genial, pero siempre conviene recordar que estamos hablando de suerte. Y de todos es sabido que la buena suerte suele presentarse cuando ya has renunciado a esperarla.
Nunca una galletita de la fortuna dio tanto juego
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