viernes, 22 de mayo de 2009

El comienzo del fin.

Señores: esto se acaba. Parecía increíble, intangible, inalcanzable... pero el momento ha llegado. Ayer fue el último de los últimos días de clase, por fin. Todo parecía tan rutinario... pero tan especial en el fondo... Hasta el tacto de los bancos y las paredes me parecía más suave que otras veces. Creo recordar que incluso me abracé a todo el mobiliario que por allí me encontré. Hasta nuestro monstruo favorito parecía emocionarse despidiéndose de la promoción 2009; él, que otrora guiaba con mano de hierro a 150 pobres desgraciados y ahora incluso nos cae simpático y nos da las gracias por haber sido una promoción estupenda.

Ya nunca más probaré esas sillas-cajoneras de metal que durante 10 años han machacado más de una espalda y más de 150 espíritus al año. Se acabaron las "clases magistrales" del Rey del Mambo de turno, del profesor emérito a un sillón pegado, del sabio sabiondo que es incapaz de mirar atrás... (podría dar nombres, pero como aún hay exámenes en juego prefiero no jugármela, que nunca se sabe quién puede estar mirando esto).

Afortunadamente no todo serán malos recuerdos. La gente buena también se ha dejado ver: compañeros de clase, de mus, profesores de Puertos, de Ferrocarriles... En definitiva muchísimos ejemplos y contraejemplos que me sirven para ilustrar una gran frase que no hace mucho mi gran amigo Pedro me regaló: "no hay malas personas, sino malas acciones". Y los torneos de mus! Y los ratos muertos en la cafeta, y las becas de colaboración (¡dinero fácil!)... Y ese regustillo tan dulce que te deja el visionar un enorme 5,0 tras tanta lucha y más de 4 horas de examen...

Se acabó. Y ahora solamente queda la espera, el último empujón hacia los exámenes definitivos. Ya sólo es cuestión de tiempo: Junio o Septiembre, pero no más allá. Y a partir de ahí "la vida real" (Gardeta dixit). A sentir el vértigo al mirar hacia abajo desde la cima del último APROBADO (o APTO). A caminar en el alambre ya sin red debajo. A quitarle los ruedines a la bici de los veintitantos. A liarse la manta a la cabeza y atreverse a dar grandes saltos, sin pensar, que si se duda se acaba por encontrar miles de argumentos en contra. Que el mundo es para los valientes, y si no se da el paso no sales ni del barrio.

Estimada Santa Casa: Tú me has costado muchas cosas, a saber: dinero, salud, pelo, alguna [novia, amiga, rollete... aplíquese la definición que se desee] que otra... Pero también me has dado: becas, formación, suspensos, aprobados, amigos, amigas, campeonatos de mus... Y sobre todo, armamento y rutinas de lucha, que viendo cómo están las cosas ahí fuera me va a hacer falta. Crisis... ¡a por tu yugular que voy! Ferroca, Empresas y Mecánica mediante, claro está.

miércoles, 6 de mayo de 2009

2 de Mayo, 2 siglos después, repitiendo historia.

El hecho histórico.

Año 1808: El pueblo de Madrid decide no transigir más. Los límites del tratado de Fontainebleu (ocupación francesa del territorio español) fueron sistemáticamente violados por parte del ejército francés. Su idea original era llegar hasta Portugal, pero Spain is different y ya que les pillaba de paso y el clima no estaba nada mal decidieron hacer un 2 por 1. Al hermano tonto de Napoleón le iba a tocar la lotería y le correspondería ser el jefazo de la "piel de toro". Murat también se llevaría su parte. Los borbones abdicaban, Carlos IV y Fernando VII se iban en favor de los franceses. Sus hijos también.

Un 2 de mayo explosionó todo. Un pueblo envalentonado y con poco que perder decide que ya está bien de tanto sometimiento. Que esta tierra es nuestra. Que ya hay suficientes cafres en España como para que vengan de fuera a copar más puestos de responsabilidad. Cogieron sus escasísimas armas disponibles (el inventario era escaso: algunas navajas y poco más) y se lanzaron a la yugular del enemigo. Pero Murat disponía de un ejército bien preparado y de buenas estrategias. La revuelta popular sucumbió en poco tiempo, a pesar de la voluntad y la feroz resistencia presentada. Todo aquél que se levantó en armas bien murió en la lucha o bien fue fusilado (arcabuceado) sin piedad. Fue un precio elevadísimo el que pagó la Villa y Cohorte de Madrid; una masacre desproporcionada pero que demostró quién tenía el poder. A cambio sirvió como germen de futuras revueltas y de la Guerra de Independencia de pocos años después.

La aberrante comparativa.

Año 2009: El pueblo madridista decide no transigir más. El FCB domina con claridad terrenos otrora merengues, y lo hace con eficacia y brillantez. Tanta superioridad que parece insultante. Nadie es capaz de sofocar semejante tiranía. Incluso decidieron, ya en la cúspide, que por qué no aspirar a un 3 por 1. A Joan Laporta le iba a tocar la lotería: dirigir desde su necedad un equipo brillante. Un equipo del que abdicaron Rijkaard, Ronaldinho y tantos otros ilustres, en favor de Pep Guardiola y algún que otro gregario más.

Otro 2 de mayo volvió a explosionar todo. Pero la historia es un sangrante ciclo, siempre vuelve a donde estaba tiempo atrás. Un equipo envalentonado y lleno de fe se levanta en armas en contra del enemigo culé. Poco era el arsenal disponible contra un ejército tan bien preparado, pero sobraba la voluntad. En tan sólo 90 minutos se repitió la historia: una nueva resistencia feroz, con el general Higuaín a la cabeza, pero otra dolorosa derrota; una nueva masacre que dejó un rastro de decepción ineludible. 200 años después volvemos a salir escaldados a manos de un rival netamente superior. Esta vez no murió nadie, salvo la honrilla de las ochenta y pico mil personas humanas que reventaban el estadio y de los millones de espectadores apelotonados en los bares en torno a un monitor de 42 pulgadas.

Entre esos millones estábamos los de La Cofradía. Esta vez ni clavos ardiendo ni alambres de espino. 6 goles en contra son suficiente motivo como para despertar de golpe. Aún hay opciones matemáticas, y por eso mantendremos un retén de guardia, pero la realidad es que no hay prácticamente opciones. Otra vez será. Sólo esperamos que, como hace 200 años, la masacre en forma de goles sirva como acicate y el sol vuelva a salir. Y me consta que, más pronto que tarde, saldrá.